Desde aquí, como
futuros docentes, queremos convertir la clase en un lugar donde los estudiantes
se motiven, y ese es el reto de la educación. Hoy son las TICs las herramientas
que han llegado al aula de clase para quedarse, consiguiendo así aumentar la
experiencia de aprendizaje de muchísimos estudiantes por todo el mundo.
¿Pero qué trae
siempre un cambio? Dudas, pero algo hemos aprendido en educación, y es que la
duda es buena, preguntarnos sobre la mejor forma de implicar a las TICs dentro
del aula es la mejor manera de comenzar este camino donde todos aprendemos.
Para todo esto, hoy, fieles
lectores, os traemos 5 consejos sobre qué hacer y no:
1. Para
enseñar primero hay que aprender
La formación debe ser
el primer paso para implementar las TICs, conocer más sobre el tema facilitará
su implementación. Como consejo podemos deciros que Youtube es una de las
plataformas más usadas por jóvenes y niños, aprovéchala para crear contenido y
comparte con tus alumnos vídeos que sean de su interés.
1. Sin
planificación, ¿dónde vamos?
¿Sabes ese momento de
improvisación donde haces algo por impulso y te sale super bien? Pues este no
es el caso, cualquier cambio importante necesita planificarse. Escucha a tus
alumnos, quizás ellos te den ideas, y para ello observa sus gustos y preferencias,
así encontrarás parte de la respuesta.
3. Nos
ponemos en marcha
No enloquezcas, ya
que como dicen las abuelitas “el que mucho abarca, poco aprieta”, no es
necesario usar todas las herramientas existentes sin saber lo que estás
haciendo. Procura que haya objetivos claros, usar pocas herramientas pero
dominarlas será la clave del éxito. No tengas miedo a equivocarte, cada experiencia te hará más
sabio.
4. Despacito
y con buena letra
Convertirse en un
docente digital e implementar con éxito herramientas TIC, es un proceso que no
será rápido, está prohibido caer en el error de querer llevar un cambio radical
a la primera. El Comité de Seguridad y
Prevención de Lesiones Infantiles de la Asociación Española de Pediatría
aconseja limitar el uso en menores a un máximo de dos horas diarias y 5 horas
semanales.
5. ¡A
pasarlo bien!
Todo lo que nos queda
por delante va a ser super divertido así que, ríe con los alumnos y comparte
con ellos opiniones y experiencias, porque ahí es cuando vemos si todo lo que
hemos hecho ha valido o no la pena.
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